La aparición de las Fintech, como consecuencia de la evolución tecnológica, hizo posible ofrecer servicios financieros desde una plataforma en internet. Así, se permitía que la gestión de servicios financieros pudiera llevarse a cabo directamente por el usuario final, sin necesidad de intermediarios.
El que empezara a existir una alternativa a la gestión tradicional de servicios financieros, con unos argumentos de mejora esencialmente basados en la reducción de costes y del tiempo en las operaciones, podía tener otros en contra que cuestionaran estas posibles mejoras que aportarían las Fintech, en comparación con los intermediarios financieros “clásicos”. Pero, ¿pueden sustituir estas empresas el servicio de asesoramiento y conocimiento especializado que tienen los intermediarios tradicionales? Esta cuestión básica se asocia a valores como la confianza, la seguridad e, incluso, la garantía de servicio, que los intermediarios financieros clásicos exponen como elementos diferenciadores con respecto a las Fintech, y a que las ventajas en costes y rapidez pueden no ser suficientes para contrarrestarlas.
Ya en 2015, ASSET (Asociación Española de Financieros de Empresa) realizó un estudio cuyo objetivo era indagar en el conocimiento que el mercado español tenía de las Fintech. El resultado determinó que, a duras penas, un 30% de los participantes sabía de su existencia en España y de ellos, alrededor del 50% había utilizado sus servicios en algún momento. Posteriormente, en 2018, FIFED (Fundación para la Innovación Financiera y la Economía Digital) llevó a cabo el estudio “Early adopters tecnológicos, rezagados financieros”, sobre los hábitos financieros de este colectivo, el cual puso de manifiesto que solo un tercio (33%) de los considerados early adopters podía explicar qué es una Fintech.
Resulta necesario estudiar en detalle los servicios ofrecidos por las Fintech y lo que pueden aportar a la empresa española actual.
Hoy, después de haber superado un tiempo suficiente desde la aparición de estas entidades, cuando su oferta en el mercado financiero es mucho más sólida y podemos considerarlas como una alternativa real, resulta necesario estudiar en detalle los servicios ofrecidos por las Fintech y lo que pueden aportar a la empresa española actual.
Es así como desde ASSET, FIFED y Accenture decidimos poner en marcha este proyecto, en el que nos planteamos las bondades que pueden tener las Fintech para las empresas españolas y si representan una alternativa, un complemento o, por el contrario, todavía no están en situación de ofrecer sus servicios satisfaciendo las necesidades y exigencias del mercado.
Para poder desarrollar de forma exhaustiva el estudio se establecieron una serie de etapas. La primera de ellas es el análisis que presentamos a continuación, en el que abordamos la tipología de los servicios Fintech que quizá fue pionera y que, posiblemente, está más asentada en el mercado: el servicio de emisión de pagos internacionales.
Queremos agradecer a todas las empresas participantes su colaboración en este trabajo y, muy especialmente, a EBURY y PAYONEER, las cuales se involucraron intensamente desde el inicio para que pudiéramos conocer sus productos con el más amplio detalle.
Es nuestra intención que esta sea la primera entrega de posteriores análisis de los distintos servicios que están ofreciendo las Fintech.
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