Los 5 cambios en los hábitos de consumo de la era post pandemia

CESCE

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La pandemia ha provocado el impulso de una sociedad más digital. Pero también ha convertido al consumidor en más saludable, más sostenible, más ahorrador y más local. Todo ello debe ser tenido en cuenta por las empresas para impulsar su crecimiento en la era post-Covid.

Mucho se ha escrito sobre los cambios de los hábitos de consumo de los españoles tras la pandemia. Y con toda la lógica del mundo, ya que existen pocas variables que más pueden afectar al día a día de las empresas. Por si fuera poco, en este contexto de transformación del cliente existen pocas certezas, pero una de ellas es la que los cambios motivados por la irrupción del virus han llegado para quedarse.

Todo comenzó con la cuarentena, que obligó a los consumidores a adoptar nuevos hábitos en el campo digital ante el hecho de que las tiendas físicas estaban cerradas. ¿Perdurará este salto al comercio electrónico una vez que el retail puede ya abrir sus establecimientos ubicados a pie de calle? El mero hecho de que ahora las empresas tengan una especie de estrategia híbrida, potenciando ambos canales (el físico y el digital) hace indicar que así será.

Por si fuera poco, esta digitalización acelerada en el ámbito de las compras no se ciñe solo a España, sino que se trata de una ola a nivel global. Así lo indica al menos el último informe de la consultora PwC al respecto (Global Consumer Insights) en el que se desvela que el histórico cambio en los hábitos de consumo se mantendrá en el futuro en todos los países desarrollados.

Pero cuidado, el comercio electrónico no es el único cambio que las empresas deben tener en cuenta a la hora de adecuar sus estrategias de crecimiento al entorno post-pandemia. Existen otros aspectos que el informe de PwC y otros similares destacan y que deben ser evaluados por todos los negocios en el presente y, sobre todo, en el futuro.

 

Más interés por la salud tanto física como mental

El encierro pasó factura a la sociedad deteriorando la salud mental en España y en el resto de los países desarrollados. Este problema ha incrementado la preocupación que los consumidores presentan por todos los ámbitos saludables. Pero existen diferencias. Las generaciones más veteranas, la del baby-boom y la anterior, conocida como generación silenciosa, muestran una preocupación mayor por la salud física. En cambio, los jóvenes (Millennials y Zetas) piensan más en su bienestar mental.

Estos cambios deben ser tenidos en cuenta por las empresas, que están obligadas a reenfocar su gama de productos y servicios respecto a su cliente objetivo con el fin de incrementar los ingresos.

 

Auge del conservadurismo

Es cierto que el auge del precio de la vivienda puede llevar a pensar que, tras la pandemia, se va a entrar en una época parecida a la de “los locos años 20” del siglo pasado, que estuvo marcada por el consumo. No es así.  El mejor ejemplo lo tenemos en el comportamiento de la economía española en el tercer trimestre de este año, que ha crecido menos de lo previsto (solo un 2% frente al 2,7% proyectado por los economistas) porque la principal palanca de crecimiento, el consumo, ha fallado estrepitosamente hasta el punto de perder tres décimas frente a la tasa mostrada en el segundo trimestre.

Este frenazo en las compras evidencia que, lejos de lo que siempre se ha dicho, los españoles no quieren perder el famoso ahorro embalsado durante la pandemia. Por si fuera poco, esta mayor preocupación por el ahorro no es exclusiva de España, sino que también se da en el resto de países.

Esta realidad indica a las claras que el precio seguirá siendo el factor prioritario que guiará las decisiones de compra.

 

Interés por la empresa local

De nuevo la pandemia ha provocado que los consumidores sean más conscientes de los problemas por los que ha pasado el tejido empresarial nacional, mayoritariamente formado por pymes. Debido a ello, el consumo se está volviendo más cercano, más local, ya que la sociedad pretende ayudar con sus compras a la supervivencia de la tienda de barrio. Nielsen cuantifica esta tendencia e indica que el 63% de los españoles prefiere ahora adquirir los bienes y servicios en los negocios locales, aunque eso suponga un leve incremento de precio.

Esta tendencia también se da a nivel global, aunque con más intensidad en España, debido quizá a la grave situación por la que aún atraviesan muchas empresas, que no han podido dar por cerrada la crisis de la Covid.

 

Sostenibilidad

Por último, y como no podía ser de otra manera, la preocupación por el calentamiento global ha vuelto más ecológico al consumidor. De hecho, el Instituto Elcano desvela que el 60% de los españoles está dispuesto a pagar más por adquirir productos sostenibles. Eso sí, también se debe tener en cuenta que casi el 40% de la sociedad sigue sin tener en cuenta la sostenibilidad como factor principal de compra.

A la vista está que los negocios deben tener claras estas tendencias y enfocar sus productos hacia un cliente que ahora es más digital. Pero también, más ecológico, más saludable, más ahorrador y más local.

Por ello, y aunque resulte evidente que la transformación digital es una obligación para las empresas, hay que incidir en que también lo es adaptarse al resto de cambios de la era post-pandemia.


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