No hay ninguna duda de que nos enfrentamos al momento más difícil que nos ha tocado vivir. La crisis sanitaria tiene unos efectos devastadores y sus consecuencias tendrán un alcance económico y social, de carácter global, del que hoy los directores financieros podemos intuir más que nadie su gravedad, pero no determinar aún su nivel de profundidad.
Esta editorial quiere, ante todo, manifestar la voluntad de ASSET de estar al lado de Director Financiero tanto durante el periodo de confinamiento, así como en los meses venideros. Más que nunca los directivos de las empresas acuden a los directores financieros buscando soluciones: preguntándonos por el pulmón financiero de las empresas, implicándonos en decisiones estratégicas a corto plazo, algunas de ellas duras, como el diseño de los ERTES –que lamentablemente se han visto forzados a solicitar muchas empresas-, o en la planificación de las peticiones de la financiación para hacer frente a la situación derivada por el parón de la economía.
Si a corto plazo los Directores Financieros hemos jugado un papel fundamental en las decisiones a tomar, a medio y largo plazo nuestro rol será aún más fundamental. La planificación estratégica, el uso de datos e información y las proyecciones de futuro estarán en nuestras manos. Tenemos una gran responsabilidad y ahí ASSET quiere acompañaros.
ASSET es consciente de que las consecuencias económicas de esta crisis también afectarán a muchos compañeros nuestros y ahí tampoco vamos a fallar. Queremos estar al lado de todos los que vean alterada su carrera profesional y estamos trabajando en la creación de los cauces para que esta colaboración sea lo más eficaz posible.
Hay dos elementos esenciales para la superación de esta crisis, el primero es la unidad en la toma de decisiones y el segundo que esas decisiones vayan en la línea adecuada. La unidad es fundamental para que las decisiones sean las correctas. Desde la unilateralidad o el sectarismo el margen de error crece de forma exponencial.
La unidad no debe ser solo política o local, debe serlo entre la administración y los agentes sociales. Estos días hemos visto como muchas empresas, grandes y pequeñas llevan a cabo muestras de solidaridad y acciones que son realmente útiles, la reconversión de plantas de producción para adaptarlas a necesidades sanitarias tomadas por muchas industrias o las medidas de aplazamiento o suspensión de contratos llevadas a cabo por compañías de servicios trascienden las medidas tomadas por el Gobierno y contribuyen de forma decisiva a hacer más llevadera la situación.
El sector público, a nivel nacional, tiene un margen limitado de actuación. La deuda y el déficit condicionan su capacidad de respuesta y ahí, por lo tanto, desde ASSET pedimos que estas limitaciones sean suplidas por claridad en las normas dictadas y certidumbre en la aplicación de las mismas.
A nivel global, Europa es más necesaria que nunca. De esta crisis aprenderemos que la solidaridad, la colaboración y la visión conjunta no es una opción, es una necesidad. Nuestras empresas se han internacionalizado, el mercado europeo es para muchos de nosotros un mercado doméstico, no existen vías unilaterales ni soluciones que favorezcan a unos en perjuicio de otros.
Muchos de nuestros socios dirigen o forman parte de equipos multinacionales con puntos de trabajo y decisiones repartidos por toda la geografía europea. Al igual que no se nos ocurre a las empresas tomar decisiones sin una visión global, los responsables públicos deben actuar en el mismo sentido.
Los próximos tiempos nuestro trabajo cambiará, nuestra visión de los mercados será distinta, la velocidad y recursos que deberemos dedicar a la digitalización ya no será discutible. Estamos frente al reto más importante que nunca hemos tenido que abordar. Los Directores Financieros no fallaremos a nuestras organizaciones y ASSET no dejará de lado a ninguno de sus miembros.
