Kevin Rubin,
CFO de Alteryx
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Durante los dos últimos años, la pandemia ha puesto numerosos obstáculos a las empresas que intentan hacer negocios. Pero incluso antes de que comenzara la crisis del Covid, algunos departamentos tenían que enfrentarse a diferentes obstáculos a diario para cumplir con sus objetivos, y el ejemplo más claro es el departamento de finanzas. Las tareas financieras vitales -desde las nóminas hasta el flujo de caja- son cada vez más complejas debido a que la competitividad empresarial es un reto cada vez mayor.
Los equipos financieros tienen la misión de gestionar las diferentes y cada vez más complejas fuentes de datos que deben manejar. De media, los profesionales del dato utilizan más de seis fuentes de datos distintas, 40 millones de filas de datos y siete resultados diferentes al realizar sus análisis. Realizar estas tareas repetitivas de forma manual es ineficaz y a menudo puede dar lugar a problemas con la calidad de los datos, así como a una falta de auditabilidad y supervisión.
Si a esto le sumas el uso continuado de sistemas heredados obsoletos, el reto de la función financiera se complica cada vez más. Las hojas de cálculo, por ejemplo, se utilizan con frecuencia para la preparación y el análisis de datos, pero son propensas a los errores y exponen a la organización a problemas de cumplimiento y confianza. Los analistas financieros y los contables están cada vez más frustrados con el enorme trabajo que suponen las hojas de cálculo: según un reciente estudio de IDC, se desperdician 60.000 millones de dólares al año debido a que tanto los profesionales del dato, como los de finanzas, pasan multitud de horas entre hojas de cálculo.
Es clave invertir en habilidades digitales y en la democratización del dato en toda la compañía a través de la formación para que puedan acceder a todo el potencial de estas nuevas herramientas. La especialización de la fuerza laboral existente es un componente esencial dentro de la estrategia de transformación digital de cualquier compañía.
En este contexto de crecimiento exponencial de los datos, los directores financieros deben invertir ahora en procesos más sólidos, como sistemas construidos específicamente para el análisis y la ciencia de datos. Además, es clave invertir en habilidades digitales y en la democratización del dato en toda la compañía a través de la formación para que puedan acceder a todo el potencial de estas nuevas herramientas. La especialización de la fuerza laboral existente es un componente esencial dentro de la estrategia de transformación digital de cualquier compañía.
La automatización de procesos analíticos permite a las organizaciones acelerar los procesos manuales, como la recopilación y clasificación de los datos necesarios para la conciliación, y trabajar de forma más eficiente, liberando al personal para que se dedique a tareas más creativas o de valor añadido, como la identificación de futuras fuentes de ingresos.
De hecho, según un informe de IDC, el uso de la ciencia de los datos y la analítica moderna permite a los departamentos financieros ahorrar un 74% de tiempo en las previsiones financieras, tomar decisiones un 25% más rápido y mejorar la precisión de los informes financieros en un 16%.
Los analistas financieros a menudo deben tener en cuenta las variaciones regionales en la planificación y los tipos impositivos. En las hojas de cálculo, esto implicaría hacer malabares con múltiples BUSCARV y tablas dinámicas para tratar de obtener los datos en el formato correcto para la planificación fiscal. Pero con los flujos de trabajo analítico automatizados, es posible construir un proceso de cálculo más simple de principio a fin, que maneje tanto los complejos datos reales como información de la que no se dispone en ese momento. De este modo, se pasa de un conjunto de tareas manuales por un flujo de trabajo visual replicable que resuelve los problemas con los datos de conciliación. Esto impacta de tal forma que los analistas financieros pueden dedicar su tiempo a tareas prioritarias que aportan más valor.
Esta transformación digital del departamento financiero ofrece la posibilidad de cerrar, consolidar y elaborar informes con mayor rapidez y precisión. Además, libera recursos ligados a tareas manuales repetitivas, a la vez que reduce los costes operativos y aumenta la eficiencia.
Por otra parte, a medida que las empresas reconocen el poder de la ciencia de datos, se encuentran con un problema: la falta de científicos de datos. Debido a la gran demanda, ahora hay una escasez mundial de científicos de datos dentro del mercado laboral.
Sin embargo, los directores financieros pueden hacer frente a esta escasez. En lugar de competir por la limitada oferta de científicos de datos, les convendría mejorar las competencias de su personal actual. Muchos empleados del sector financiero ya poseen las habilidades básicas necesarias para convertirse en científicos de datos, ya que combinan sus habilidades analíticas y técnicas con el conocimiento del negocio para generar impactos con sus decisiones.
Con todo esto, es comprensible que algunos ejecutivos asuman que necesitan contratar más talento externo, pero este no es siempre el enfoque correcto. Al adoptar plenamente la transformación digital y la ciencia de los datos, el departamento financiero puede disminuir sustancialmente el coste de sus procesos, al tiempo que reasigna con éxito todo el talento interno a actividades de valor añadido. Si bien los últimos años han sido un reto, el futuro se define por la oportunidad.
Imagen: Freepik
Kevin Rubin es el director financiero (CFO) de Alteryx, responsable de todas las actividades de gestión financiera, incluyendo finanzas y análisis, contabilidad, impuestos, tesorería y aplicaciones empresariales. Kevin tiene más de 20 años de experiencia en el sector, liderando empresas tecnológicas tanto públicas como privadas a través de un rápido crecimiento y expansión.