Fraude cero y cumplimiento normativo: Pilares esenciales del sector financiero

Beatriz Cazorla Dorado,
Dirección de Marketing y Desarrollo de Negocio de Negocio de Normadat SA

 

El compliance o cumplimiento normativo es fundamental para asegurar la estabilidad del mercado ya que trata de proveer a las empresas un marco legal en el cual puedan desarrollar sus actividades de arreglo con las leyes y reglamentos vigentes, para no incurrir en sanciones por infracciones o incumplimientos de la ley, pero también para trabajar de acuerdo a un marco ético que garantice una buena praxis empresarial que proteja su reputación y la integridad de sus operaciones. Estas pautas pueden incluir desde medidas para prevenir la corrupción y el lavado de dinero hasta la protección de datos personales y la seguridad laboral en el trabajo.

Se le puede definir como un grupo de normas y formas de actuación que son llevadas a cabo para asegurar el cumplimiento normativo, evitar fraudes o comportamientos que puedan incurrir en factores de riesgo para el mercado, la libre competencia o el normal desarrollo de actividades financieras.

La sujeción al cumplimiento normativo es un requisito básico para cualquier empresa que quiera operar de forma ética y responsable. No solo desde un punto de vista legal, sino desde un prisma de proyección de imagen que genere confianza dentro del mercado. Los consumidores y los inversores esperan que las empresas se comporten de manera ética, y el cumplimiento normativo es una parte importante de ello.

Sin embargo, el compliance no es una tarea sencilla de cumplir y menos en el ámbito financiero. Las leyes y regulaciones cambian constantemente y las empresas deben observar los continuos cambios, asegurándose de que todas las partes interesadas, desde los empleados hasta los proveedores, cumplan con las normas y políticas internas surgidas de estas adaptaciones constantes del marco regulatorio. Un marco que dentro del sector financiero impone estrictas normas encaminadas a evitar fraudes o estafas que puedan desequilibrar la estabilidad del mercado. Por citar algunas de ellas brevemente señalaremos desde las más generales a las más específicas dentro del sector financiero.

NORMATIVA GENERAL DE COMPLIANCE

Empecemos por una de las más generales. La norma ISO 19600 no es certificable, pero ofrece a las empresas una guía para establecer, desarrollar, implementar, evaluar, mantener y mejorar un sistema de gestión de cumplimiento en una organización. Por tanto, ayuda a las organizaciones a cumplir con todas las leyes y regulaciones aplicables, así como con los estándares éticos y las normas internas que se hayan establecido. Esto puede incluir una variedad de temas, como la prevención de la corrupción, el fraude, el blanqueo de dinero y cualquier otra actividad ilícita.

La norma ISO 31000 es una herramienta muy útil y práctica para cualquier organización, ya que le permite identificar y evaluar los riesgos potenciales que pueden afectar su funcionamiento y establecer medidas de prevención y mitigación. Ofrece herramientas para tomar medidas y minimizar la exposición a los riesgos y proteger los intereses de las empresas a largo plazo.

Debemos enumerar obligatoriamente el Reglamento Europeo de Protección de Datos (GDPR) ya que se trata de una normativa a nivel europeo y, por tanto, obliga a las empresas que operen en Europa a cumplirlo. Si no se garantiza la privacidad y seguridad de la información de carácter personal, pueden producirse graves consecuencias para los clientes, como robo de identidad, fraude financiero o extorsión.

NORMATIVA DE COMPLIANCE ESPECÍFICA FINANCIERA

Si entramos a un nivel más específico sobre normativas que regulan el compliance del sector financiero tenemos que hablar del Reglamento 596/2014 (MAR). Este reglamento europeo establece las normas sobre abuso de mercado y la obligación de comunicar información privilegiada a los reguladores. Además, establece que las entidades financieras deben implementar medidas de control interno para identificar y prevenir situaciones de abuso. El incumplimiento de estas normas puede conllevar sanciones económicas y/o penales para las empresas y sus directivos. El cumplimiento del Reglamento MAR es clave para garantizar la transparencia y la integridad en los mercados financieros.

La Directiva 2014/57 UE complementa al Reglamento MAR en cuanto a la supervisión de los mercados financieros y la protección de los inversores en la UE con el objetivo de prevenir el uso de información privilegiada y el abuso de mercado contribuyendo a la supervisión efectiva de los mercados financieros en la UE, fomentando la transparencia y la protección de los inversores.

La MiFID de 2007 otorgaba marco regulatorio común para los servicios financieros que operan en los estados miembros de la Unión Europea y MiFIR, el Reglamento UE 600/2014, regula y supervisa el cumplimiento de aquella normativa.

La Directiva Europea 2014/65 sobre los Mercados de Instrumentos Financieros, también conocida como Normativa MiFID II nos habla de la regulación de las condiciones de autorización y funcionamiento de las Empresas obligando a los asesores financieros a cumplir unos estándares formativos y de transparencia.

Se trata en definitiva de perseguir unos estándares de transparencia. Es esencial que las entidades financieras dediquen los recursos necesarios para cumplir con las exigencias de esta normativa y prestar así un servicio de calidad para dar confianza a sus clientes.

En relación con estos estándares de transparencia podemos encontrar aplicaciones prácticas en los procesos KYC que verifican la identidad de las personas a través de análisis biométricos y de verificación documental. Este tipo de prácticas en el sector financiero es fundamental para garantizar la identidad de clientes y evitar el blanqueo de capitales o cualquier tipo de fraude como la suplantación de identidad que busca operar en el mercado con identidades falsas. Un análisis exhaustivo de la documentación presentada podrá evitar el flujo de fondos procedentes de prácticas delictivas. Por eso los procesos de verificación de clientes de los sistemas KYC son tan necesarios en operaciones bancarias.

En esta senda de transparencia debe moverse el cumplimiento normativo del sector financiero. Las empresas tienen la responsabilidad de detectar y denunciar cualquier actividad sospechosa que pueda estar relacionada con actividades ilícitas como el lavado de dinero y financiamiento del terrorismo. Si no se cumplen con estas regulaciones, se pueden enfrentar sanciones económicas o incluso penales.

Por tanto, el cumplimiento financiero requiere adherirse a un conjunto de reglas y directrices orientadas a asegurar su observancia en todas las entidades pertenecientes al ámbito financiero. Esto se realiza con el propósito de prevenir fraudes, engaños o conductas que puedan amenazar la estabilidad del mercado, la competencia justa o la ejecución de actividades financieras que deben siempre llevarse a cabo de forma transparente.

En resumen, el compliance es esencial para garantizar que las empresas cumplan con las leyes y regulaciones aplicables, garantizar la transparencia, integridad, seguridad y estabilidad del sector, evitar riesgos financieros y sanciones legales, proteger los datos de los clientes y prevenir la corrupción y el fraude.

Es una tarea desafiante, pero es crucial para el éxito a largo plazo de cualquier empresa.

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