Arantxa Villar,
Gerente de la Comisión de Control de Gestión de ASSET
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Para ello contamos con Teresa Royo Luesma, Directora de Sustainability en KPMG y con una trayectoria de más de 11 años en áreas relacionadas con la sostenibilidad y la gobernanza de las empresas.
La integración de los criterios ESG en la gestión de las organizaciones es ya imparable. Ya no son meros objetivos de transparencia hacia fuera, sino que se están traduciendo en medidas concretas que afectan a aspectos estratégicos y operativos de las compañías, es decir, en acciones y resultados que han de ser medibles y comparables. Y es en este punto donde la figura del controller adquiere gran relevancia, al encargarse de garantizar que las operaciones de la empresa cumplan los objetivos ESG establecidos por la propia entidad.
El reto principal que, por tanto, se nos presenta, es cómo integrar en el modelo de Control de Gestión las métricas ESG, ya que éstas han de estar incorporadas en todas las fases del mismo para que podamos de esta forma conseguir los beneficios buscados:
En todo este proceso hay un punto clave y es que la empresa necesita saber cuál es su punto de madurez para dar respuesta a los riesgos ESG que se le presentan, y para eso ha de centrarse en aquellos que son críticos en su sector y establecer unos KPIs que tengan sentido en la naturaleza de su negocio.
Pero, ¿cómo prepararse para este nuevo modelo? En primer lugar, saber qué reportar, es decir, conocer los requerimientos de los analistas ESG, elaborar una doble materialidad, financiera y de impacto y monitorizar los KPIs clave.
En segundo lugar, elaborar un marco de financiación sostenible, a través del uso de fondos, diseñando proyectos en línea con los objetivos y utilizando criterios de selección para emisiones verde o sociales.
Por último, disponer de un dashboard de ESG y governance, no sólo con KPIs sino definiendo responsabilidades y flujos de información y que, a su vez, nos sirva para la revisión de cumplimiento de objetivos.
En resumen, el gran reto que se le presenta a las empresas en general y a la función de controlling junto con el área de sostenibilidad en particular, es conseguir una transversalidad que permita identificar qué es sostenible, cómo medirlo y cómo reportarlo.
Imagen: rawpixel.com / Freepik
Profesional financiera con versatilidad y visión de negocio, Arantxa Villar cuenta con una sólida experiencia (+ de 10 años), en el área de control de gestión de empresas que desarrollan proyectos en el entorno europeo.
MBA Professional por la IE Business School, Certificada como Chartered Controller Analyst (CCA) y Gerente de la Comisión de Control de Gestión de ASSET, su desarrollo profesional ha sido siempre en compañías donde ha tenido responsabilidades y obtenido logros en FP&A, creación y transformación de procesos de control y reporting, auditorías y coordinación financiera de proyectos para la Comisión Europea.