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Transformar los avances tecnológicos en soluciones de tesorería, un proceso clave para ayudar a los clientes a superar la crisis sanitaria

Laura Franco,
Head of Corporate Sales, Western Europe for Global Transaction Services - Bank of America

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Desde Bank of America, llevamos mucho tiempo preparando a nuestros clientes con la necesidad de digitalizar sus operaciones. Las inversiones en nuestra plataforma bancaria han ampliado sus opciones para transformar sus procesos de pagos en papel en métodos electrónicos, acceder a una herramienta de autoservicio, firmar e intercambiar documentos electrónicamente. Algunas empresas se mostraron reacias a abandonar los procesos manuales y en papel, pero se vieron obligadas a hacerlo durante el inicio de la crisis sanitaria, descubriendo lo fácil y seguro que es hacerlo todo digitalmente. Esta crisis ha demostrado la necesidad de automatizar los procesos para que se pueda trabajar desde cualquier lugar. Las compañías son ahora más autorreflexivas acerca de su propia transformación digital y han entendido que la digitalización conduce a una mayor simplicidad y transparencia. En este sentido a continuación, examinamos algunas soluciones digitales para la optimización de las cuentas a pagar, un proceso que también se revela clave para apoyar a los proveedores en este difícil entorno de mercado.

En una desaceleración económica, en la que el working capital reviste una gran importancia, liberar fondos retenidos puede ayudar para atender el pago de nóminas, gestión interna y otras necesidades cotidianas. Las cuentas a pagar pueden ser un buen punto de partida.

Dada la ineficiencia de los cheques, resulta esencial determinar la forma óptima de pagar a cada proveedor, ya sea mediante Supply Chain Finance o las tarjetas virtuales. Poner en marcha estos métodos de pago puede ayudar a reducir los costes, crear float, generar nuevos flujos de ingresos y reducir el trabajo manual. Con ello no sólo se refuerza el working capital, también se pueden acelerar los pagos a los proveedores que podrían ser económicamente vulnerables durante una desaceleración.

Los bancos pueden asumir la compleja tarea de analizar los datos de gasto de un cliente, recomendar la mejor forma de pagar a cada destinatario y ofrecer un «flujo continuo de pagos» integrado que agrupe muchos métodos de pago electrónico en una única solución fácil de usar

Puede parecer un reto importante, pero la realidad es que los bancos pueden asumir la compleja tarea de analizar los datos de gasto de un cliente, recomendar la mejor forma de pagar a cada destinatario y ofrecer un «flujo continuo de pagos» integrado que agrupe muchos métodos de pago electrónico en una única solución fácil de usar. Los bancos también pueden asumir la tarea de colaborar con los proveedores para migrar sus operaciones de pago de cheques a estos métodos electrónicos.

Supply Chain Finance

También conocida como financiación de cuentas a pagar o financiación de proveedores, Supply Chain Finance permite a los proveedores cobrar más rápido enviando las facturas directamente al banco del comprador. A continuación, el banco paga al proveedor un importe con un descuento cuando el comprador confirma la factura y el comprador paga al banco en el plazo de pago original. Esta solución se adapta mejor a las situaciones en las que el proveedor puede aprovechar la calificación crediticia más sólida del comprador para reducir su coste de financiación. Entre las ventajas para el comprador, cabe citar la capacidad de ampliar considerablemente el periodo medio de pago a proveedores, un indicador clave de la salud del working capital.

Supply Chain Finance puede adquirir una importancia aún mayor durante una desaceleración económica y los bancos y los organismos públicos están promocionando esta opción para ayudar a sostener la liquidez en este ámbito.

Tarjetas virtuales

Trasladar el gasto facturado de los proveedores que aceptan tarjetas a las tarjetas virtuales puede ahorrar costes, generar ingresos por reembolsos y ampliar el plazo medio de pago a proveedores hasta 55 días. Las tarjetas virtuales son como las tarjetas convencionales, pero prescindiendo del plástico físico, y los clientes pueden ordenar pagos en lotes, puntuales o mediante aplicaciones en sus ERP. Pueden ser idóneas para adquirir bienes, servicios y viajes y, al mismo tiempo, ofrecer unos datos sobre gastos más precisos que los cheques, además de una mayor seguridad, ya que a cada operación se le asigna un número de cuenta único.

A continuación, exponemos algunas estrategias para colaborar con los proveedores para encontrar alternativas a los cheques:

  • Reducir los plazos de pago para los receptores de tarjetas
  • Instaurar las tarjetas como método de pago preferente en contratos y en RFPs
  • Crear un estatus “preferente” para los proveedores que acepten tarjetas

Conclusión

Optimizar las cuentas a pagar analizando los datos de gasto y poniendo en marcha un flujo continuo de pagos integrado es una buena práctica con independencia del ciclo económico. Adquiere nuevos niveles de importancia estratégica durante una crisis sanitaria mundial, ya que las mejoras del working capital pueden ser considerables. Muchos proveedores ya aceptan tarjetas, por lo que se pueden conseguir estas ventajas rápidamente. Los bancos pueden contribuir analizando en mayor profundidad los datos de sus clientes, identificando la forma óptima de pagar a cada proveedor y colaborando con estos para encontrar alternativas a los cheques y métodos digitales más eficientes.

 

Imagen: William Iven / Pixabay


 

Laura Franco

Laura Franco

Responsable de Corporate Sales, Western Europe for Global Transaction Services (GTS) en Bank of America. Dirige el equipo de ventas responsable de los clientes corporativos del banco en Francia, España, Italia y Benelux. Estos incluyen a grandes empresas con operaciones globales y otros clientes internacionales con filiales en Europa del Oeste.

 

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