Tercera Reunión de la Comisión de Working Capital de ASSET

Lorenzo Escobar,
Gerente de la Comisión de Working Capital

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El pasado 24 de marzo se celebró la tercera reunión de la Comisión de Working Capital, que versó sobre el “Supply Chain Finance” (SCF en adelante), en continuidad a los temas de interés mostrados por los integrantes de la misma en respuesta a una encuesta enviada previamente para priorizar los asuntos de interés a desarrollar por la Comisión.

En primer lugar, Francisco Sanchís, socio de consultoría de EY hizo una presentación sobre la definición y evolución del término, asociado inicialmente a determinadas soluciones financieras para la gestión del circulante, casi siempre ofertadas por el sector bancario, a contemplarse actualmente como una palanca para la integración de la cadena de valor del negocio y acelerador de los flujos de transacción a lo largo de la misma, potenciando su competitividad. El SCF es una solución viva y en permanente evolución.

Se convierte por lo tanto en un integrador, con enfoque colaborativo, de todos los participantes en la cadena de valor, desde el proveedor al cliente final, aportando una ventaja competitiva a todos ellos. La evolución y democratización de la tecnología, fundamental en su desarrollo, lo ha hecho accesible a empresas medianas y pequeñas, que se enfrentaban a mercados globalizados y con muchos limitantes, mejorando su dinamismo y competitividad.

Evolución SCF

A continuación se inició una mesa de debate en la que participaron profesionales de diferentes ámbitos que compartieron sus experiencias sobre las soluciones de SCF, bien como usuario final, bien como proveedores de las mismas, obteniendo así una visión completa del asunto tratado.

Manuel Guerrero, Responsable de Cuentas a pagar en Aena, y Roberto Gordo, Responsable de tesorería de Cepsa, aportaron el punto de vista de la empresa; Roberto Carrasco, responsable de SCF en Bankinter y Javier Carralero, responsable de soluciones de Working Capital del Banco Santander, realizaron su aportación como entidades financieras de referencia; por último, Cristina Alvarez de Kyriba, Pablo Penas de Taulia y Kärl Bodding de Cflox, compartieron sus experiencias como proveedores tecnológicos de herramientas de SCF.

Cada vez hay más conocimiento de las herramientas de Supply Chain Finance y más concienciación en la necesidad de herramientas que ayuden a optimizar la gestión del Working Capital de una manera flexible

Se comentan a continuación las aportaciones y conclusiones más relevantes de la sesión.

Cada vez hay más conocimiento de las herramientas de SCF y más concienciación en la necesidad de herramientas que ayuden a optimizar la gestión del WC de una manera flexible. Las empresas en general están abiertas a la utilización de este tipo de instrumentos y procesos de digitalización que abran nuevas oportunidades en la gestión del circulante. A esto indudablemente ayuda que estás soluciones sean de implantación rápida, ágil y adaptables a la organización.

La pandemia, como en tantos otros ámbitos, ha allanado muchos procesos de digitalización incluido los de SCF, abriendo además las puertas a nuevas propuestas de servicios y herramientas de financiación que tradicionalmente estaban reservadas a la banca.

La globalización de las cadenas de suministro, extendidas por todo el mundo, junto con la importancia de garantizar su correcto funcionamiento incluso bajo circunstancias tan complejas como las actuales, han sido otros factores decisivos que han impulsado la incorporación de herramientas integradoras en toda la cadena de valor del negocio.

Desde el punto de vista de las empresas participantes la clave principal que hace que las estrategias de SCF resulten exitosas, es la flexibilidad en cuanto a la capacidad de adaptación de las herramientas a la singularidad de cada compañía. Las compañías de SCF deben entender que cada compañía cuenta con procesos y realidades distintas y sus plataformas deben ser capaces de adaptarse a cada una de esas realidades sin necesidad de modificar la operativas existentes, o de una manera muy poco intrusiva.

Un proceso adecuado para una adecuada implementación debería pasar por las siguientes fases:

Definición de objetivos.

¿Se quiere aumentar el beneficio de la compañía?, ¿mejorar ratios de capital circulante?, ¿fortalecer la relación con proveedores?... ¿varios objetivos a la vez? ¿cómo se combinan y priorizan?, etc.

Selección de la fuente de financiación.

En la mayoría de las ocasiones se requerirá de una fuente de financiación, ¿se empleará financiación propia, de terceros o incluso las cuentas a cobrar para financiar el pago a los proveedores?

Búsqueda del proveedor/ plataforma que mejor encaje acorde a los objetivos y necesidades planteados, tanto a nivel de funcionalidades, como de flexibilidad para ulteriores y posible adaptaciones.

Definir el alcance de la implementación en cuanto al número de proveedores, territorialidad, tipología, etc. o establecer un plan de integración sucesivo.

El consenso es absoluto en todos los participantes en relación a la importancia de realizar un onboarding adecuado. Puede ser interesante, incluso en la fase inicial escuchar a los diferentes proveedores que al fin y al cabo serán también los grandes beneficiarios en un proyecto de SCF.

Beneficios de SCF

Una vez implementado el SCF las ventajas que pueden aportar son muy relevantes:

Desde un punto de vista financiero, se logra una posición de control y flexibilidad para la gestión del circulante (Inversión / Financiación), que permite optimizar la tesorería, reduciendo el gasto financiero y/o incluso obtener un rendimiento financiero positivo al proyecto.

Se mejora el resultado de la compañía y los ratios de capital circulante, reduciéndose el riesgo inherente al cobro aplazado, el riesgo de balance y el riesgo reputacional (ESG).

Desde un punto de vista de gestión administrativa, se produce una mejora relevante en los procesos de la compañía por la automatización de los mismos, reduciéndose los errores, los tiempos de gestión y como consecuencia, los costes de la compañía.

Además de lo anterior, los procesos de digitalización y en concreto la Inteligencia Artificial están entrando en este proceso para ayudar a tomar decisiones sobre datos reales de los proveedores.

Desde un punto de vista cualitativo en relación a la cadena de suministro, se mejora la relación a largo plazo con proveedores, garantizando el suministro al ofrecerles certidumbre sobre los pagos y en muchos casos aportándoles financiación que de otro modo quizás no podrían conseguir. Se fideliza al proveedor.

La experiencia de los presentes es que en general el feedback de los proveedores ha sido muy positivo y observan un crecimiento acelerado de uso por parte de los participantes del programa.

Tanto las entidades financieras como los proveedores tecnológicos  se han adaptado también a la realidad de las empresas que con perfil global han extendido su cadena de suministro a terceros países, facilitando por ejemplo las importaciones a los países asiáticos (China fundamentalmente) con unas soluciones adhoc, y una interlocución directa con los proveedores locales para aportar seguridad y flexibilidad a procesos de compra que eran absolutamente rígidos.

En cuanto a las  barreras que nos podemos encontrar vendrán definidas por las singularidades locales, bien relacionadas con la legislación sobre las transacciones financieras, bien con las prácticas comerciales y bancarias locales.

Por último se comentaron los próximos retos y desafíos en relación a la evolución de proyectos de SCF.

La adecuación a los criterios ESG y la mejora en los procedimientos para aproximarse a operar “en tiempo real” orientan los nuevos desarrollos, siempre con el objetivo permanente de mejora y aportación de valor añadido en los procesos colaborativos entre todos los integrantes de la cadena de suministro.

Como consejo, se debe escuchar a todas las soluciones de SCF (que no son muchas) para ver cual es la que más se adapta a las necesidades y al modelo estratégico de la empresa. “Las empresas en el futuro no van a competir entre ellas, van a competir sus cadenas de suministro”.

 


 

Lorenzo Escobar

Lorenzo Escobar

Lorenzo Escobar es el actual CFO del Grupo Lledó, referencia en el sector de la iluminación interior y sistemas de eficiencia energéticos. El Grupo, con una antigüedad de 60 años, actualmente cuenta con presencia directa aparte de España en Portugal, Francia, Perú, y México, sustentando su crecimiento sobre tres pilares fundamentales: innovación, cercanía y personalización en su oferta.

Es licenciado en Dirección de Empresas por ICADE y Master en Dirección Financiera y Control de Gestión por el Instituto de Empresa (IE), como cualificaciones principales. En los últimos tiempos ha sido participante habitual en mesas de debates y ponencias sobre la función financiera.

 

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