David Cano Martinez,
Socio director de Afi Inversiones Globales, SGIIC
-
Tras el episodio de aumento de volatilidad en los mercados financieros en abril, asociado a los ataques entre Israel e Irán y la inflación en EE. UU., en mayo se ha corregido en su totalidad, ante la constatación de que el ciclo económico mantiene su dinamismo, al tiempo que parece que los ataques militares no han ido a más.
Evolución de la volatilidad implícita del Eurostoxx (VSTOXX)
Fuente: Afi
También ha ayudado la moderación de la inflación en EE. UU. en abril. Tanto el IPC general como el subyacente en EE. UU. aumentaron un 0,3% mensual en abril, provocando una reducción de una décima de la variación interanual hasta el 3,4% y 3,6%, respectivamente. Ahora bien, la inflación subyacente de servicios está todavía en el 5,3% (vs 5,4% en marzo) y la que excluye la vivienda vuelve a escalar hasta el 4,9% (vs 4,8%). La resistencia a la baja del componente de vivienda (crece un 0,4% mensual) vuelve a explicar esta lenta moderación de las presiones inflacionistas en EE. UU. La inflación, por lo tanto, sigue “preocupando” en EE. UU. si bien “menos” que el mes pasado (las expectativas de inflación para el próximo lustro regresan al rango 2,0% - 2,5%).
Evolución de la inflación en EE. UU. y previsiones en función de la tasa mensual
Fuente: AXA
En su actualización semestral de previsiones, la Comisión Europea (CE) mantiene el 0,8% para el PIB de la Zona Euro en 2024, pero recorta 1 décima (hasta el 1,4%) la previsión para 2025. No hay grandes cambios en las previsiones de principales economías, salvo Francia: -2 décimas en 2024 hasta el 0,7%. La CE espera que la mejora de la actividad se asiente sobre la demanda doméstica y, en particular, sobre el consumo de los hogares. Se espera que la inversión en bienes de equipos aumente solo marginalmente en 2024, antes de acelerarse en 2025.
Previsiones de crecimiento e inflación de la Comisión Europea y de Afi
Fuente: Afi
En materia de inflación, la zona euro presenta una mejor situación que EE. UU., en gran medida por la clara mayor debilidad del crecimiento económico. La CE recorta la previsión de inflación en dos y una décima para 2024 y 2025, hasta el 2,5% y el 2,1%, respectivamente. Recorte generalizado por países salvo en España que la mantiene que la mantiene en el 3,2%, siendo una de las más altas de la Zona Euro (en Alemania es del 2,4%, en Francia del 2,5% y en Italia del 1,6%).
Con esta combinación de crecimiento (0,5%) e inflación (2,5%) tiene sentido que el BCE inicie el recorte de los tipos de interés en junio (siguiendo la estela del Banco de Suiza, que recortó en abril, y la del Banco de Suecia, que ha rebajado 25 pb ahora en mayo, hasta el 3,75%), iniciando una senda llevaría al tipo de intervención hasta el 3,0%, con la posibilidad de que ceda hasta el 2,5%.
En el caso de la Reserva Federal de EE. UU. habrá que esperar hasta otoño (ante la mejor posición de su ciclo económico) para observar el recorte de tipos. Sin novedades desde Japón, donde parece que el alza de tipos fue más bien el aprovechamiento de una ventana de oportunidad para acabar con los tipos cero, y no tanto como el inicio de una senda de elevaciones.
Con la recuperación de los mercados en mayo, 2024 vuelve a presentar un balance bastante positivo, con alzas en las carteras mixtas de entre el 2,0% y el 5,0%. La renta variable sigue siendo el gran motor de la rentabilidad (+8,8%) con la renta fija apenas aportando (0,2%). En lo que resta de año deberíamos ver cambios: la renta fija podría aportar entre un 1,5% y un 3,5% y la renta variable, apenas un 1% - 3% adicional. 2024 se debería saldar con alzas del 4,5% en RF Mixta y del 7,0% en RV Mixta.
Recuperación de los mercados
Fuente: Afi