Marta Berriatua,
Directora de IBM Global Financing para España, Portugal e Israel
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La pandemia de la COVID-19 está teniendo un enorme impacto en nuestra economía, nuestras empresas y nuestro modo de vida. En ese mes de marzo que lo cambió todo, las empresas tuvieron que hacer frente a lo urgente. Proteger a sus trabajadores, habilitar infraestructuras para trabajar en remoto y asegurar la continuidad del negocio. Fueron decisiones imprevistas, donde se incurrió en costes no planificados e irrenunciables, que pusieron toda la presión sobre las empresas. Muchos de los proyectos de transformación de largo recorrido se aparcaron. Temporalmente.
Las empresas que quieran estar preparadas para el nuevo contexto, con la mejor posición para competir en un mercado más competitivo que nunca, deben acelerar la adopción de las arquitecturas tecnológicas que se lo permitan
Una vez superada esa primera fase, los proyectos de transformación momentáneamente aparcados se hicieron más necesarios que nunca. La pandemia había trasladado una lección ineludible a las compañías: que hay que estar preparados para lo impensable y que, por tanto, la transformación digital no es una opción. Las empresas que quieran estar preparadas para el nuevo contexto, con la mejor posición para competir en un mercado más competitivo que nunca, deben acelerar la adopción de las arquitecturas tecnológicas que se lo permitan. Este camino pasa por la arquitectura cloud híbrida y por las aplicaciones basadas en la tecnología de inteligencia artificial.
Y sabemos que requiere de inversiones significativas, pero también existen soluciones financieras con modelos de pago flexible, recompra de equipos, para permitir que las empresas puedan aprovechar esta gran oportunidad sin grandes impactos en su liquidez. Estamos hablando de inversiones sólidas y con visión de largo plazo con plataformas que permitan monetizar y sacar partido de uno de los grandes recursos de los modelos de negocio de hoy: los datos. Porque los datos deben estar en el centro de la toma de decisiones de todos los directivos de la compañía, como respaldan la mayoría de los responsables financieros que participaron en una reciente estudio de IBM a nivel mundial .
Es indudable que en tiempos de incertidumbre no resulta sencillo afrontar este tipo de inversiones. Así pues, estamos en una encrucijada importante. Por un lado, las empresas son conscientes de que la transformación digital profunda de sus modelos de negocio debe tener lugar aquí y ahora. Por otro, la presión sobre los modelos financieros de las organizaciones es evidente.
¿Cuál es el mejor camino para salir de esta tormenta y acelerar con un viento más favorable? En IBM Global Financing creemos que la solución pasa por modelos que permitan acometer hoy mismo nuevos proyectos minimizando el impacto en la liquidez, con el ahorro de costes y el retorno de la inversión en el corto plazo como objetivo. De hecho, ofrecemos modelos en los que los clientes no empiezan a pagar hasta que sus proyectos les traen los primeros beneficios, lo que les permite acometer desde ya sus grandes proyectos de transformación. Además, también hay que tener en consideración el tipo de proyecto, porque no es lo mismo financiar hardware, que software que servicios.
En definitiva, modelos flexibles y adaptados a cada empresa que ofrecen una oportunidad única en un momento en el que lo importante se ha convertido en urgente.
