David Cano Martinez,
Socio de Afi y director general de Afi Inversiones Globales, SGIIC
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Dos meses después del nombramiento de Trump como presidente de EE. UU. comienzan a notarse los efectos de sus medidas en la economía mundial. Y más concretamente, los derivados de la imposición de aranceles, con impacto negativo en el crecimiento del PIB y en la inflación global.
La OCDE ha sido el primer organismo internacional en actualizar sus previsiones incorporando los aranceles del 25% a México y a Canadá. El efecto es claro: recorta sus previsiones de crecimiento del PIB mundial para 2025 en dos décimas, hasta el 3,1% (en 2024 creció al 3,2%), y en tres décimas la de 2026, hasta el 3,0%, advirtiendo de los efectos de la guerra comercial y el auge del proteccionismo en la actividad y la inflación.
El mayor recorte se produce en la previsión de Canadá (-1,3% tanto en 2025 como en 2026, hasta +0,7% en sendos años) y de México (-2,5% en 2025, hasta el -1,3%, y -2,2% en 2026, hasta el -0,6%) constatándose que serán las dos economías más perjudicadas por los nuevos aranceles. Pero también sentirán su impacto negativo EE. UU., la zona euro, Japón y el Reino Unido. La OCDE recorta dos y cinco décimas la previsión de crecimiento del PIB de EE. UU. para 2025 y 2026, respectivamente, hasta el 2,2% y el 1,6%. La rebaja para la zona euro es de tres décimas tanto en 2025 (hasta el 1,0%) como en 2026 (hasta el 1,2%), con Alemania como la economía más afectada (-3 décimas en 2025, hasta el 0,4%, y una décima en 2026, hasta el 1,1%). La elevación de previsión de España (tres décimas en 2025, hasta el 2,6% y una décima en 2026, hasta el 2,1%) compensa el recorte en Francia e Italia (-0,1%, 0,8%; 0,0%; 1,0%; -0,2%, 0,7% y -0,3%, 0,9%).
Entre las excepciones a los recortes encontramos, además de a España, a Argentina (aumento del 2,1% y 1,0%, hasta 5,7% y 4,8% en 2025 y 2026) y Turquía (alza de 5 décimas en 2025, hasta el 3,1%, si bien recorte para 2026 de una décima hasta el 3,9%). Y también a China, ante la ligera alza en la previsión en este 2025 (+0,1%, hasta el 4,8%) y estabilidad en 2026 (4,4%) al tiempo que el recorte en India (-0,5% en 2025 y -0,2% en 2026) no impide que siga siendo la economía más dinámica.
Respecto a la inflación, la OCDE eleva sus previsiones (G20) en dos décimas tanto en 2025 (3,8%) como en 2026 (hasta el 3,2%). Seguiríamos así en un contexto de moderación de la inflación (en 2024 fue del 5,3%), pero más lento de lo esperado hace apenas tres meses. Destaca el alza de la previsión para EE. UU.: +0,7% en 2025, hasta el 2,8% (frente al 2,5% de 2024) y +0,6% en 2026, hasta el 2,6%. Pero también en Japón: +1,3% en 2025, hasta el 3,2% (frente al 2,7% de 2024), si bien mantiene la previsión de 2025 en el 2,1%. Al igual que sucede en las previsiones de crecimiento, Canadá y México son los países más afectados, con un alza de la previsión del 1,1% en 2025 (hasta el 3,1% y el 4,4%) y del 0,8% (Canadá) y el 0,5% (México) en 2026, hasta el 2,9% y el 3,5%, respectivamente. Recorte de la previsión de inflación en China en este 2025 en cinco décimas, hasta un muy reducido +0,6%, mientras que mantiene la previsión de 2026 en el 1,4%, confirmándose así el contexto de debilidad en el crecimiento de los precios al consumo, que abre la puerta, aquí sí, a estímulos por parte de las autoridades monetarias y fiscales.
En India, se eleva la previsión: +0,3% en 2025, hasta el 4,5% (frente al 5,0% de 2024) y +0,1% en 2026, hasta el 4,1%, lo que no invalidaría el margen de recortes de tipos por parte del banco central. En la zona euro apenas hay cambios netos: una décima al alza en 2025, hasta el 2,2%, y estabilidad en 2026 (2,0%). El aumento en Alemania y España en 2025 (cuatro décimas, hasta el 2,4% y el 2,5%) se compensa con Francia (-0,1%, hasta el 1,5%) e Italia (-4 décimas, 1,7%). Sin cambios en las previsiones para 2026 de las cuatro grandes economías de la zona euro: 2,0% Alemania, 1,8% Francia, 1,9% Italia y 2,1% España (estos niveles serían compatibles con un tipo de intervención del BCE en el 2,0%). Tampoco hay cambios en la previsión del Reino Unido, donde la inflación sería del 2,7% en 2025 (tras el 2,5% de 2024) y del 2,3% en 2026.
En conclusión, la imposición de aranceles por parte de Trump tiene un impacto negativo tanto en crecimiento económico como en inflación, y no solo para los principales socios comerciales de EE. UU. y mayores damnificados por los aranceles (Canadá y México), sino para el propio EE. UU (+0,7% inflación y -0,2% crecimiento del PIB en 2025). En un contexto en el que la inflación está repuntando desde septiembre, el aumento del ritmo de crecimiento del IPC llega en un mal momento, pudiendo condicionar, y mucho, el margen de recortes de tipos de interés por parte de la Reserva Federal (hasta anularlo). Si a estos efectos -menos PIB, más inflación y ausencia de recortes de tipos de interés- le sumamos el que supone la caída del S&P 50 y del Nasdaq, será interesante comprobar cómo reacciona el votante y comprobar si hay un deterioro de la valoración de Trump y de sus primeras medidas.