CESCE
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A un coste asumible, existen en el mercado un amplio abanico de herramientas digitales a disposición de las empresas que ofrecen un servicio fundamental para mejorar su productividad y, con ello, brindarles una ventaja competitiva en cualquier contexto de mercado. En el caso de la gestión de la tesorería, hay ejemplos como el de Cesnet Integral, que juegan un papel clave para monitorizar a los clientes, gestionar todas las pólizas o poder evaluar los riegos de impago y de cobro de manera unificada.
Hoy en día, existen pocas dudas sobre la ventaja competitiva que supone para cualquier empresa disponer del apoyo de la tecnología para incrementar su productividad y operar mejor en su mercado de referencia. Las herramientas digitales ofrecen en este sentido un soporte fundamental para cubrir con éxito las necesidades de todas las áreas y ámbitos de una organización y, combinadas con el talento humano, contribuyen a conformar un cóctel de éxito para afrontar en las mejores condiciones posibles cualquier coyuntura, incluso una crisis económica. En el caso de las pymes, la menor disponibilidad de recursos puede suplirse mediante soluciones tecnológicas que, en la mayoría de las ocasiones, a un precio muy asumible, ofrecen un abanico de servicios de gran valor para la operativa del negocio.
Las herramientas digitales permiten a una empresa poder adaptarse con rapidez y flexibilidad a cualquier cambio en los hábitos de sus consumidores de referencia o a las variaciones en su sector propias, por ejemplo, de un momento de incertidumbre. Planificar una estrategia basada en su inversión y actualización constantes favorece un incremento de la eficiencia en las actividades de cualquier entidad, permite reducir costes y posibilita una mayor interconexión entre departamentos y profesionales de la compañía. Al final, esto se traduce en que el capital humano dispone de mayor tiempo para concentrarse en el negocio propiamente dicho, eliminando el tiempo que antes le requerían otras actividades administrativas o mecánicas que, en general, aportaban poco valor añadido real a la empresa.
La principal traba para una pyme a la hora de invertir en las herramientas digitales suele ser la falta de músculo económico, pero con un adecuado análisis a largo plazo de los beneficios que se derivan de la transformación digital, sus gestores entenderán la necesidad de apostar por ellas. En este sentido, evaluar ratios como el del retorno de la inversión (ROI) que aportarán a medio y a largo plazo contribuye a ayudar a disipar las dudas sobre el ‘esfuerzo’ financiero de invertir en ellas con la mayor anticipación posible.
Estas son algunas de las áreas más relevantes que, en la actualidad, pueden ser cubiertas con gran eficacia por las herramientas digitales: